WILLIAN EN MODO HÉROE

El Chelsea ha vuelto a ganar en la Premier League y eso le coloca a dos puntos del líder, al que se enfrentará la semana próxima en el Emirates. El equipo de Mourinho tendrá la oportunidad perfecta para demostrar que es un firme candidato al título, en un partido de máximo nivel. No es la primera vez que se enfrentará al Arsenal esta temporada, ya lo hizo en la Capital One, con un partido bastante favorable para los blues, y que ya analizamos en su momento. 

Frente al Crystal Palace, el Chelsea ha conseguido una nueva victoria, prolongando, además, una situación particular que ya pudimos observar en su partido frente al Steaua de Bucarest. El equipo busca el control de la pelota, reducir el ritmo, dominar los partidos. El Chelsea volvió a acercarse al 70 % de posesión de la pelota y eso le permitió un partido sin demasiados sobresaltos. Sin embargo, pese a que llegó a la portería contraria sin dificultades, y a que el equipo concedió muy poco a nivel defensivo, el Chelsea ha vuelto a recibir un gol de una forma sencillísima. La realidad es que le cuesta mucho hacer gol y el rival necesita muy poco para que se lo hagan. Es un problema bastante grave a nivel competitivo que José Mourinho tiene que solucionar con rapidez. 

El partido de hoy nos volvió a dejar detalles interesantes, y lo vamos a dividir en varias partes, entendiendo que esos detalles fueron los más determinantes. Vamos a analizar la facilidad con la que el rival gana la espalda a la línea defensiva en los centros laterales y además, nos vamos a centrar en el partido de Willian, que fue el mejor, y que explica gran parte de las situaciones que se produjeron durante los 90 minutos. 

No es noticia que el Chelsea encaje un gol en un centro lateral. Los errores defensivos en la interpretación de este tipo de acciones se suceden semana tras semana. Ya hemos dicho en repetidas ocasiones que analizaremos paso a paso, llegado el momento, la defensa de las acciones a balón parado, pero hoy toca centrarnos en la de los centros laterales. El Chelsea no sabe cerrar el segundo palo, da ventaja siempre a los receptores, permite que estos se anticipen o le ganen la espalda. 

En ninguna de las dos imágenes se han interpretado bien las acciones defensivas. Los jugadores están más pendientes de la pelota que de los posibles rematadores, a los que siempre dan ventaja y permiten que les ganen la espalda. El Chelsea es un equipo al que le falta gol de una manera muy clara. Es lógico, pues, que si además los concede con esa facilidad, ganar un partido suponga un reto y la comodidad y el control sean una quimera. 

En otro orden de cosas, también queremos centrarnos en el rendimiento de Willian, que ayer volvió a demostrar que, en buenas condiciones, es uno de los jugadores más importantes del Chelsea. Bajo a la zona en la que se cocina el juego para ayudar a su equipo a establecerse en campo contrario, se asoció permanentemente con Hazard cargando la zona izquierda y generando un triángulo de profundidad junto a los movimientos de Torres, y sobre todo, volvió a ser una de las claves defensivas del Chelsea, mostrando su grado de implicación y de asimilación de los conceptos que exige José Mourinho de su línea de mediapuntas. Y eso no fuese suficiente, también generó espacios a la espalda de la presión del Crystal Palace, ofreciéndose entre líneas y permitiendo la ruptura y el giro del sistema defensivo rival.

Su asociación con Hazard fue una de las mejores noticias del día. Se entienden, saben interpretar los movimientos y se relacionan con suma facilidad. El Chelsea generaba todo su juego en el costado izquierdo, y conseguía generar en la derecha, como viene siendo habitual, un espacio que Ivanovic aprovechó a la perfección -Ivanovic convivió mucho en campo contrario y llegó a línea de fondo con relativa asiduidad-.

Y, además, se ofreció entre líneas, no se cansó de apoyar cada transición o cada ataque estático del Chelsea, siempre generando una línea de pase que permitiese a su equipo avanzar. Al Chelsea actual le cuesta encontrar los huecos, y tener a un futbolista que los produzca con esa soltura es fundamental.

Ayer nos comentaban que el problema de jugadores como Willian y Hazard es que conducen demasiado, que retienen la pelota más tiempo del necesario. El Chelsea no tiene pasadores, a excepción de Mata. Ni Willian, ni Hazard, ni Ramires, ni Essien, ni incluso Lampard destacan por ser grandes pasadores. El hecho de no tener jugadores que rompan líneas en el pase, o un sistema de circulación de la pelota lo suficientemente rápido como para desorganizar al rival, hace que las conducciones sean realmente necesarias, porque es la única forma de que el Chelsea consiga que el sistema defensivo del contrario se desorganice. Un regate, una línea superada. Los mediapuntas casi nunca reciben con ventaja, siempre ante un rival organizado, por eso necesita aprovechar su capacidad de desborde para conseguir llegar a la portería rival.

Pero también queremos destacar la aportación de Willian a nivel defensivo. El jugador brasileño fue importantísimo a la hora de cerrar las opciones de contragolpe del Crystal Palace, interpretando a la perfección el repliegue, presionando, y permitiendo que el Chelsea consiguiese el robo a una altura considerable. 

El Chelsea sigue trabajando en la idea de controlar los partidos y de reducir el riesgo. Tener la pelota, descansar con ella, producir peligro, y no dejar demasiado expuesto su sistema defensivo. Pese a todo ello, como ya hemos comentado, no es difícil hacerles gol, y eso es un problema que debe abarcar José Mourinho, con el fin de que su equipo pueda ser más competitivo. Porque de momento, depende de ciertas actuaciones individuales para ganar los partidos, y eso nunca es buen síntoma.